martes, 31 de enero de 2012

Aprender a desaprender...


Tú lo has dicho, desaprender es desligarse de todo lo aprendido y comenzar de “cero”. Y en esa maravillosa hoja blanca, recordé que un día fui niña y sólo quería saber y entender la vida. Ahora, cuando ya han pasado varias décadas en las cuales he gastado muchos años aprendiendo millones de cosas, me he dado cuenta de que llega un momento en la vida en el que hay que aprender a desaprender.

Desaprender para llegar a la ingenuidad, esa sensación divina donde creer no costaba nada.